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OIA
JOURNAL

Una colección de historias y
reflexiones enfocadas en
bienestar, espiritualidad,
sociedad y cultura.

El espacio interior en épocas de aislamiento

Laura Gaviria | 12 de Mayo 2020

La crisis actual que atravesamos ha hecho que, como nunca antes, los seres humanos busquemos refugio en nuestras casas. Un espacio que antes estaba exclusivamente destinado a descansar, ahora se establece cada día más como el lugar donde transcurren todas nuestras actividades. De repente, nuestras casas se han visto obligadas a reinventarse, de la misma manera que nosotros y ahora todo pasa adentro de un mismo espacio. El trabajo, los estudios, las actividades físicas, los hobbies y lo más importante, nuestra vida familiar.

Desde el comienzo de la vida doméstica (la caverna), la casa ha sido el lugar de resguardo, de protección ante las inclemencias del clima y el espacio para recogerse, aislarse y descansar. En este momento, nuestras casas son el único lugar donde realmente estamos a salvo y es por esto que debemos aprovechar la oportunidad para mejorar nuestra calidad de vida dentro de las mismas.

Dicen que la casa es el reflejo de la o las personas que la habitan y hoy este espacio necesita adaptarse a nuestra nueva realidad. Mi invitación para esta época, es entonces hacernos sentir mas cómodos en casa. Mi primera sugerencia es que, si no han visto la serie de Marie Kondo en Netflix, vayan y la vean y entiendan la filosofía de organización de ella. De acuerdo a estas pautas la idea es que revisemos nuestras pertenencias y objetos preguntándonos por su funcionalidad y la felicidad que traen a nuestras vidas para poco a poco ir depurando nuestros espacios de cosas innecesarias. La manera más fácil y menos abrumadora de realizar esta labor es ir haciendo un espacio cada día e ir apartando lo que no vamos a necesitar más. Es la mejor época para hacer donaciones.

Con un espacio organizado, donde todo esté en su lugar, es más fácil sentirnos en calma. Ya teniendo nuestro espacio en estas condiciones, lo que sigue en este ritual de depuración es la limpieza física. Se que a veces es una tarea que nos produce tedio, pero en mi caso personal he tratado de asumir la limpieza de la casa como una meditación activa y como una actividad que al final me ayuda a poner en orden mis pensamientos y a acallar un poco la loca de la casa (la mente). Un tip para hacer este proceso mas agradable es poner nuestra música favorita y gozarnos la limpiada. Les prometo que la satisfacción al final es enorme.

La siguiente invitación es a mover energías, refrescar y cambia nuestros espacios. Esto se logra cambiando de lugar los muebles, los objetos de arte, cojines, tapetes y plantas del hogar. Esta sencilla labor, hará que te sientas   más a gusto con tus espacios. Como seres humanos no somos estáticos, de la misma manera, nuestros espacios deberían estar en constante evolución adaptándose a nuestras vidas. Es muy importante que, si estás trabajando desde casa, asignes un espacio para este fin, esto te ayudara a crear un limite físico entre las actividades del trabajo y las de la casa. Trata que sea un lugar con buena iluminación natural y conviértelo en la oficina de tus sueños ahora que tienes la posibilidad.

Te sugiero añadir plantas, piezas de arte, objetos o libros que inspiren tus actividades del trabajo y cualquier otra pieza que haga sentir este espacio como un lugar feliz y productivo.

Como siguiente paso está mejorar la circulación de la energía en la casa, la manera mas rápida y efectiva de lograr esto es aprovechando los elementos naturales. La iluminación natural, la ventilación y la conexión visual con la naturaleza son la base de nuestro bienestar al interior de los espacios. La luz es necesaria para nosotros, nos provee de vitamina D y ayuda a nuestra salud mental. La ventilación natural al interior de las casas, permite mantener unas calidades optimas en el aire que respiramos. La conexión visual con la naturaleza y el paisaje, nos conecta con el entorno y nos brinda tranquilidad. Para lograr esto, abramos ventanas, corramos cortinas y dejemos que el exterior entre al interior. Otro tip muy fácil para mover energías y limpiar el espacio, es usar velas, el fuego siempre atrae limpieza, lo mismo quemar inciensos, palo santo o algún sahumerio que nos guste.

Otra manera de traer bienestar a nuestros espacios es a través de las experiencias olfativas. Si tenemos a la mano un difusor de esencias, podemos aprovecharlo para obtener el beneficio de las plantas. Podemos utilizar la naranja para subir el animo, o como un incentivo energético yo lo uso antes de sentarme a trabajar. En momentos más meditativos o de descanso podemos hacer uso de la lavanda, que con sus poderes tranquilizadores generan una atmosfera muy serena. En los últimos días y para ayudar a mi sistema respiratorio, he utilizado una mezcla de eucalipto, menta y limoncillo.

Al final lo mas importante es que tu casa sea tu nido, tu espacio sagrado y el lugar al que siempre quieres volver.  Así que no olvides tener en cuenta todo lo que te hace sentir feliz, sereno y en casa. En mi caso, no puede faltar Fausto (mi perro), las plantas, los libros de diseño, un buen té, los objetos que me transportan a lugares visitados, fotos de las personas que amo y la buena música para empezar el día.

Me encanta que mis espacios reflejen mi personalidad, por eso para mi es muy importante el uso del color, en mi caso el verde y el azul son colores que me conectan con la naturaleza y me traen calma.  También desde hace tiempo y como un hábito bonito que heredé de una amiga, en mis espacios no faltan las flores, son un regalo para el corazón. Otro aspecto muy importante son las texturas, es importante tener en nuestros espacios texturas que sean placenteras, desde la tela de los muebles, los linos, los tapetes y cojines todas deben ser agradables al tacto.

Como diseñadora de interiores, esta crisis me ha servido para centrar nuevamente mi atención en lo que significa la domesticidad y la importancia de los espacios interiores en el bienestar humano. El diseño al final afecta la manera como nos sentimos y como nos comportamos y ahí es donde está su poder transformador en la sociedad. La invitación que se nos hace ahora es a reinventarnos, a replantear todas nuestras creencias y hábitos. Estamos frente a una nueva realidad que cambiará nuestra manera de habitar nuestro planeta y también la manera de habitar nuestros espacios. Todo llega y todo pasa, pero me esperanza ver que habrá al final de este momento al  cual hemos sido invitados a participar.

El espacio interior en épocas de aislamiento

Laura Gaviria | 12 de Mayo

La crisis actual que atravesamos ha hecho que, como nunca antes, los seres humanos busquemos refugio en nuestras casas. Un espacio que antes estaba exclusivamente destinado a descansar, ahora se establece cada día más como el lugar donde transcurren todas nuestras actividades. De repente, nuestras casas se han visto obligadas a reinventarse, de la misma manera que nosotros y ahora todo pasa adentro de un mismo espacio. El trabajo, los estudios, las actividades físicas, los hobbies y lo más importante, nuestra vida familiar.

Desde el comienzo de la vida doméstica (la caverna), la casa ha sido el lugar de resguardo, de protección ante las inclemencias del clima y el espacio para recogerse, aislarse y descansar. En este momento, nuestras casas son el único lugar donde realmente estamos a salvo y es por esto que debemos aprovechar la oportunidad para mejorar nuestra calidad de vida dentro de las mismas.

Dicen que la casa es el reflejo de la o las personas que la habitan y hoy este espacio necesita adaptarse a nuestra nueva realidad. Mi invitación para esta época, es entonces hacernos sentir mas cómodos en casa. Mi primera sugerencia es que, si no han visto la serie de Marie Kondo en Netflix, vayan y la vean y entiendan la filosofía de organización de ella. De acuerdo a estas pautas la idea es que revisemos nuestras pertenencias y objetos preguntándonos por su funcionalidad y la felicidad que traen a nuestras vidas para poco a poco ir depurando nuestros espacios de cosas innecesarias. La manera más fácil y menos abrumadora de realizar esta labor es ir haciendo un espacio cada día e ir apartando lo que no vamos a necesitar más. Es la mejor época para hacer donaciones.

Con un espacio organizado, donde todo esté en su lugar, es más fácil sentirnos en calma. Ya teniendo nuestro espacio en estas condiciones, lo que sigue en este ritual de depuración es la limpieza física. Se que a veces es una tarea que nos produce tedio, pero en mi caso personal he tratado de asumir la limpieza de la casa como una meditación activa y como una actividad que al final me ayuda a poner en orden mis pensamientos y a acallar un poco la loca de la casa (la mente). Un tip para hacer este proceso mas agradable es poner nuestra música favorita y gozarnos la limpiada. Les prometo que la satisfacción al final es enorme.

La siguiente invitación es a mover energías, refrescar y cambia nuestros espacios. Esto se logra cambiando de lugar los muebles, los objetos de arte, cojines, tapetes y plantas del hogar. Esta sencilla labor, hará que te sientas   más a gusto con tus espacios. Como seres humanos no somos estáticos, de la misma manera, nuestros espacios deberían estar en constante evolución adaptándose a nuestras vidas. Es muy importante que, si estás trabajando desde casa, asignes un espacio para este fin, esto te ayudara a crear un limite físico entre las actividades del trabajo y las de la casa. Trata que sea un lugar con buena iluminación natural y conviértelo en la oficina de tus sueños ahora que tienes la posibilidad.

Te sugiero añadir plantas, piezas de arte, objetos o libros que inspiren tus actividades del trabajo y cualquier otra pieza que haga sentir este espacio como un lugar feliz y productivo.

Como siguiente paso está mejorar la circulación de la energía en la casa, la manera mas rápida y efectiva de lograr esto es aprovechando los elementos naturales. La iluminación natural, la ventilación y la conexión visual con la naturaleza son la base de nuestro bienestar al interior de los espacios. La luz es necesaria para nosotros, nos provee de vitamina D y ayuda a nuestra salud mental. La ventilación natural al interior de las casas, permite mantener unas calidades optimas en el aire que respiramos. La conexión visual con la naturaleza y el paisaje, nos conecta con el entorno y nos brinda tranquilidad. Para lograr esto, abramos ventanas, corramos cortinas y dejemos que el exterior entre al interior. Otro tip muy fácil para mover energías y limpiar el espacio, es usar velas, el fuego siempre atrae limpieza, lo mismo quemar inciensos, palo santo o algún sahumerio que nos guste.

Otra manera de traer bienestar a nuestros espacios es a través de las experiencias olfativas. Si tenemos a la mano un difusor de esencias, podemos aprovecharlo para obtener el beneficio de las plantas. Podemos utilizar la naranja para subir el animo, o como un incentivo energético yo lo uso antes de sentarme a trabajar. En momentos más meditativos o de descanso podemos hacer uso de la lavanda, que con sus poderes tranquilizadores generan una atmosfera muy serena. En los últimos días y para ayudar a mi sistema respiratorio, he utilizado una mezcla de eucalipto, menta y limoncillo.

Al final lo mas importante es que tu casa sea tu nido, tu espacio sagrado y el lugar al que siempre quieres volver.  Así que no olvides tener en cuenta todo lo que te hace sentir feliz, sereno y en casa. En mi caso, no puede faltar Fausto (mi perro), las plantas, los libros de diseño, un buen té, los objetos que me transportan a lugares visitados, fotos de las personas que amo y la buena música para empezar el día.

Me encanta que mis espacios reflejen mi personalidad, por eso para mi es muy importante el uso del color, en mi caso el verde y el azul son colores que me conectan con la naturaleza y me traen calma.  También desde hace tiempo y como un hábito bonito que heredé de una amiga, en mis espacios no faltan las flores, son un regalo para el corazón. Otro aspecto muy importante son las texturas, es importante tener en nuestros espacios texturas que sean placenteras, desde la tela de los muebles, los linos, los tapetes y cojines todas deben ser agradables al tacto.

Como diseñadora de interiores, esta crisis me ha servido para centrar nuevamente mi atención en lo que significa la domesticidad y la importancia de los espacios interiores en el bienestar humano. El diseño al final afecta la manera como nos sentimos y como nos comportamos y ahí es donde está su poder transformador en la sociedad. La invitación que se nos hace ahora es a reinventarnos, a replantear todas nuestras creencias y hábitos. Estamos frente a una nueva realidad que cambiará nuestra manera de habitar nuestro planeta y también la manera de habitar nuestros espacios. Todo llega y todo pasa, pero me esperanza ver que habrá al final de este momento al  cual hemos sido invitados a participar.